Cuando no seas más que pliegue de costura herida, querida en un rincón del que no sabe que existió… Buscarás mañanas de poesía, trinando cantos, de una melodía, que antaño me humilló… Alegría de un lamento adormecido, acunado por aquello que aún no se ha pronunciado… Heridas, que maltrechas, surcan esta piel que ya no viste y que seca las beatitudes de un alma humillada… Verdades que, como mentiras, atronan en falsos gritos de esperanza…
Comentarios